sábado, 10 de febrero de 2018

QUÉ ES LA RISA - PARTE I


La risa y el humor son una de esas cosas que no hace falta definir porque todos nos damos cuenta cuando se nos cruzan. Pero, ¿de dónde vienen? El filósofo John Morreall, que se dedicó mucho a este tema y escribió un libro al respecto, cuenta que antes de 1930 predominaban tres teorías.

Tres tristes teorías

Una es la teoría de la superioridad, inspirada en algunos filósofos griegos y también defendida por Hobbes y Descartes. Según ella la risa es maligna, es una forma de burla hacia otras personas para demostrar, precisamente, nuestra superioridad. Yo en este blog, por ejemplo, les estaría marcando la cancha con mis chistes bobos. Pero es obvio que esta teoría es incompleta, porque las cosquillas también nos hacen reir, y porque no andamos cagándonos de risa de todos los que, por ejemplo, tienen menos recursos. Si bien algunos se ríen con el viejito que canta con la maraca en el subte, la mayoría no se tienta con los mendigos.

Algunos psicoanalistas desarrollaron la teoría del desahogo o alivio: nos reímos para descargar energía nerviosa. Lo que pasa es que nunca nadie descubrió la dichosa "energía nerviosa", y lo que sí se descubrió y podría asociarse a ella no  parece necesitar ser disipada, no sobra.

Kant y Schopenhauer propusieron la teoría de la incongruencia, según la cual nos reímos cuando nuestras expectativas se ven frustradas (de una manera divertida). Esto explicaría la típica organización del chiste, donde armamos una situación, y el final viola lo que todos esperábamos de ella. Esta va bastante bien, pero no alcanza para entender por qué al reír hacemos sonidos ridículos, ni tampoco el rol social del humor.

La visión evolutiva

Modernamente se considera que la risa es un comportamiento social evolucionado (qué otra cosa podía ser...). Lo primero que hay que recordar es que la risa casi nunca es consciente, el cerebro no suele equivocarse y lo hace bien solo. 

Lo segundo que debe tenerse en cuenta es que la risa no siempre es joda, inocencia, y pasarla bien. La risa tiene su costado oscuro. Por ejemplo, mediante el humor podemos referirnos a los temas tabú de la sociedad (sexo, raza, política, religión). También nos reímos de los diferentes y de los ausentes. Que feo lo que hacen ustedes, che.

Tercero, recordemos que el humor no aparece solo como respuesta a un estímulo que psicológicamente "nos parece gracioso". También nos reímos con cosquillas, o cuando vamos en el tren fantasma. Y hacemos unos ruidos muy extraños cuando lo hacemos.

Y cuarto, la risa parece tener un costado muy paradójico. ¿Cómo es que algo que nos sirve (en parte) para socializar sea al mismo tiempo tan poco controlable?

¿Y entonces...?

Pese a que la risa es una conducta universal, involuntaria e innata, la mayoría de la gente no tiene ni idea de sus orígenes y razones (a diferencia, por ejemplo, del sexo o del morfi, que todos sabemos de donde vienen y para qué están).

Más aun, y aunque parezca extraño, hasta los 1990s la literatura sobre la risa y el humor permanecía siendo completamente especulativa, y sin ningún intento de generar y analizar datos empíricos.

Pero allí apareció Robert Provine, un profesor de neurobiología, que hizo experimentos naturales y también de laboratorio.

¿Qué encontró? No se rían, pero para eso van a tener que esperar hasta la próxima semanita...







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